La cena en el claustro fue mágica.

El hotel se encuentra en un lugar céntrico, ideal para explorar el casco antiguo. Las habitaciones son acogedoras y están bien conservadas, manteniendo el encanto del antiguo convento. Además, me encantó la atención del personal, quien fue muy amable y servicial durante mi estancia.

El ruido de las habitaciones contiguas puede ser molesto en ciertos momentos.

Encanto histórico con algunos desafíos

Descubrimos un hermoso convento restaurado que conserva el encanto de antaño. La amabilidad del personal y un desayuno buffet variado hicieron nuestra estancia más agradable.

Sin embargo, las habitaciones eran algo oscuras, y el ruido del tráfico nos incomodó. La falta de aire acondicionado y algunas áreas del hotel requerían mejor limpieza.

exploración accesible a monumentos y hermosos parques

Durante mi estancia, disfruté de la proximidad a atracciones como el Museo de Historia de Balmaseda, a solo un kilómetro, perfecto para una caminata tranquila, y el encantador Puente de la Muza, a menos de cinco minutos, que ofrece vistas pintorescas del entorno.

la experiencia fue horrible. habitaciones con humedad y un desayuno que se agotaba sin reponer, como si eso fuera aceptable. además, después de todo, esperaba un pequeño detalle por parte del hotel. ¡una botella de vino o algo! pero no, un gran desinterés en mis necesidades. definitivamente no volveré.

Un convento precioso, muy acogedor y perfectamente limpio. El detalle de bienvenida con bebidas y dulces fue un encanto, y la atención al check-in online fue muy amable.

El sentido de orientación del lugar es para dar risa. Cuidado con perderse dentro del hotel.

Después de un día en el aire fresco, cenamos en el restaurante, y el sabor de los platillos fue un buen cierre. Además, el detalle de bienvenida con agua y dulces fue un buen toque. El hotel es un punto excelente para explorar la zona, muy recomendable para quienes buscan conocer el encanto del norte.

Algunas áreas del hotel podrían mejorar en limpieza. Me di cuenta de que había detalles que no cumplían con las expectativas. Los baños podrían tener más atención en cuanto a mantenimiento.

Me alojé en el Convento San Roque y la experiencia fue algo agridulce. El edificio en sí tiene mucho encanto. la estructura antigua y bien conservada realmente crea una atmósfera única. Las habitaciones eran cómodas, aunque echamos de menos algunos pequeños lujos, ya que son bastante básicas. Sin embargo, el problema principal fue el ruido. La música en los pasillos fue molesta y afectó nuestro descanso. Además, tuvimos un par de inconvenientes con la limpieza. Observé suciedad en la bañera y un par de detalles que no estaban a la altura. El personal fue amable y se esforzó en atender nuestras necesidades, lo cual es un punto a favor. Aún así, hay áreas que necesitan más atención, como la relación calidad-precio, que me pareció deficiente.

vuelvo fijo.

El lugar está increíble, con habitaciones que tienen todo, balcón, baño privado, secador y calefacción. Además, la ducha y la bañera chulas. Tienen un spa que es una pasada, ideal para relajarse. La atención fue genial y el restaurante tenía un menú del día que no se puede perder. Todo muy original.

la suite que te deja sin aliento por su belleza! !

habitaciones amplias, camas cómodas

ruido exterior

El Convento San Roque tiene un encanto especial gracias a su arquitectura histórica y un bonito patio central. La atención del personal es excelente, muy amable y servicial. Sin embargo, el ruido en las habitaciones puede resultar incómodo y las amenities del baño deberían mejorarse.

El hotel es bonito y aceptan mascotas. Wifi lento y ruido muy incómodo en las habitaciones.